Usted puede decidir dejar de hablar, pero no puede dejar de comunicarse. Ya hemos mencionado este concepto en anteriores blogs, pero su significado se vuelve aún más claro en el contexto del que le hablaré ahora. Y es que todo usted, sus aditamentos, su ropa, sus movimientos y su apariencia, gritan continuamente infinidad de mensajes a la gente que le rodea.
El tema del manejo de la imagen personal ha tomado relevancia en el mundo moderno. Con los embates de la globalización, la explosión demográfica, la alta rotación de ejecutivos en diferentes organizaciones, la “transnacionalización” de muchos y los cambios en las escalas de valores tradicionales, el saber manejar su propia imagen y cómo proyectarla, se convierte en una herramienta imprescindible. Ya no sólo es necesario ser bueno, sino también parecerlo.
¿Cómo está usted en análisis del lenguaje corporal humano? ¿Quiere comprobarlo?
Los odontólogos me amarán por este artículo. Pero les juro que no lo hago por ellos. Lo escribo porque es importante que conozcamos los detalles específicos de lo que conforma la percepción que producimos en nuestros interlocutores.