Los anteojos y el manejo de imagen

Hay algunos aditamentos y estilos que pueden impulsar una mayor credibilidad del ejecutivo de ventas ante el cliente. Sabemos, por ejemplo, que la camisa blanca manga larga agrega mayor confiabilidad al vendedor(a) ante el cliente.

Sabemos también que en el varón, mostrar una “frente amplia”, le otorga mayor grado de “intelectualidad percibida”, que aquellos que muestran una frente “orangutánica”. Por eso recomendamos a los ejecutivos que buscan verse un poco más maduros y creíbles, que prefieran peinarse hacia atrás, y no dejarse mucho cabello sobre la frente.

Pero hay otro aditamento con el que puede “jugarse” bastante en el campo del manejo de imagen. Se trata de los anteojos. Sabemos que muchas personas asignan mayor nivel en la dimensión “intelectual percibida” a aquellos que usan anteojos.

La sabiduría popular dice: “Si usa anteojos es porque le falta la vista. Si le falta la vista es porque ha leído mucho. Si ha leído mucho, sabe mucho”. Y casi automáticamente quien usa anteojos es colocado un poco más arriba en el “totémetro social”.

Definitivamente los anteojos agregan intelectualidad, apariencia de seriedad y de conocimiento, y sensación de mayor madurez a quienes los usan. Por eso a muchos ejecutivos jóvenes que buscan provocar ese tipo de percepciones, les recomendamos que usen anteojos, independientemente de que los necesiten o no. Podrían tener una visión perfecta, pero aún sacarían beneficios en manejo de imagen llevando anteojos.

El uso estratégico de los anteojos en el mundo de los negocios es amplio. Por ejemplo, el colocar los anteojos sobre la mesa de reunión, con las patillas hacia uno, forman una interesante flecha que podría atraer atención. El hacer una presentación, utilizando los anteojos para señalar la filmina, es otra forma de ligar subconscientemente “anteojos-intelectualidad-ejecutividad”. El quitárselos de cierta manera en la sesión de trabajo, muestra que el ejecutivo tiene intención de comenzar a hablar.

El simple hecho de colocarse los anteojos dentro de la bolsa de pecho del saco, con una patilla afuera, ya liga la sensación de intelectualidad con quien así los lleva.

Los trucos para la positiva proyección de imagen, abundan. El uso y aprovechamiento de los anteojos cae dentro del subtema del “empaque”. Si desea que sus ejecutivos conozcan cómo proyectarse mejor ante los clientes, solicítenos información sobre el taller: “Usted es el Producto: Técnicas del Mercadeo Personal”.
Olman Martínez

Director de la Universidad de las Ventas.